lunes, 1 de junio de 2009

Un Xerez de Primera


Jerez, ciudad donde se respira arte y buen vino por cada rincón, huele cada vez más a Primera. A esa Primera futbolísitca que nunca había llegado a saborear y que cada vez como si de un buen vino se tratara va alcanzando esa solera, esa madurez de equipo en continuo crecimiento y con la palabra humildad debajo del brazo.
La fiesta vivida en el estadio Chapín el pasado sábado, junto a mi amigo Felipe Rivas, ex jugador del Sevilla y gran capitán de mi Xerez, y su hijo (vaya lo que sabe de fútbol) hizo que durante una apasionante hora y media me emborrachara de arte, de nostalgia, de esos recuerdos y sensaciones que te ponen los vellos de punta.
Me vi siendo un chaval que soñaba ser Arconada entrenando bajo las órdenes de José Antonio Irulegui en el viajo Domecq con Poyatos, Sanabria, Roberto Navajas, Pozo, Juan Moreno, Torres, Carlos Osma, el mencionado Felipe Rivas... me vi en la pista de atletismo de Chapín junto al resto de mis compañeros del Xerez B (Paco Peña, Pedro Martín, Juan Benítez, Mariscal, Sánchez, Fernando Román, Gallardo, Galloso, el recordado Juan Holgado... ansiosos por disfrutar de ese Xerez-Real Madrid que servía para inaugurar el estadio. Me vi en tantas y tantas tardes entrenando con Nico Sosa, con Lagares (que arte), con Edu Villegas (que porterazo), en fin, la invitación de mi buen amigo Antonio Poyatos (vaya triunfo el suyo y el de Miguel Angel Rondan) para ver el partido Xerez- Eibar desde el palco, me sirvió para encontrarme con ese Xerez al que tanto he amado y seguido desde la distancia.
Puedo asegurarles que para alguien que ha disfrutado y vivido tanto con ese Sevilla FC campeón que enamora y que no tiene techo, lo vivido en Chapín fue especial. Fue un echar la vista atrás y recordar ese Sevilla del alma por quien casi nadie apostaba nada y que a día de hoy está entre los más grandes de Europa. Basta mirar ese bombo número 1 de la Champions para saber quién está en la gloria y quién no.
La temporada que viene será bonito presenciar, vivir y disfrutar de ese Xerez-Sevilla con dos aficiones hermanadas y que respiran ese olor a Primera que tan especiales nos hace.
Felicidades Xerez. Te lo merecías después de tantos años en la cima.
PD: En la fotograía Antoñito, el Romario del Polígono e ídolo de una afición jerezana que ha demostrado este año que aquello de que en Jerez no hay afición al fútbol ya es ... historia.