Con mi sueño intocable de ser un día como él, y haciendo mis pinitos como portero en el filial del Xerez Deportivo (Xerez B), llegando incluso a compartir muchos entrenamientos en la primera plantilla junto a los Poyatos, Sanabria, Orbegozo, Eizmendi, Osma, Antonio Torres, Suárez, Fabregat... con José Antonio Irulegui como entrenador, siempre lucía medias blancas, era mi homenaje personal hacia el gran uno.
Pero lo que nunca podía imaginar es que otro grande, alguien que sí hizo realidad su sueño de ser portero, jugar en Primera e incluso saborear las mieles de la internacionalidad como Andrés Palop, compartiera además de ídolo, ese particular homenaje hacia el ha sido un referente para todos los que crecimos queriendo ser como Arconada.
Palop juega siempre que puede, es decir, cuando la coincidencia con el conjunto rival se lo permite, con medias blancas. ¿El motivo? Homenajear a Arconada, su ídolo no solo de la infancia sino también en la actualidad y es que como reconoce Palop "ha sido mi referente siempre en la portería, el que más me ha enseñado. No ha habido otro igual que Arconada, un portento físico, con unos reflejos envidiables y una potencia de piernas increíble".
El titular de la portería sevillista no esconde su admiración hacia el que para la gran mayoría ha sido el mejor portero español de todos los tiempos. "Ojalá algún día me pudiera parecer a él, pero Arconada sólo hay uno, ha sido el más grande y lo máximo que podemos hacer es intentar parecernos a Luis".
Palabras que nos muestran la grandeza de uno de los nuestros.
3 comentarios:
que gran gusto tienes Andrés que grande eres.
Arconada el grande siempre seguirás volando aunque pasen años y años.
¡¡Qué bueno que volviste Andrés!!.
Aunque es cierto que Morgan De Sanctis ha rayado un nivel altísimo, tener bajo palos a Anrés inspira una confianza bárbara.
Para los que tuvimos el privilegio de estar en Glasgow, nos será imposible olvidar la noche de Hampden Park... imposbile.
Gracias Andrés.
Matías 24 Coria.
Así me gusta Jose Miguel, artículos de dos en dos.
Matías 24 Coria.
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