El Cielo está aquí

Sí, como bien reza el título de mi amigo Jesús Alvarado: El Cielo está aquí. En Sevilla, en esta capital andaluza que enamora a todo aquel que la pisa o que habla de ella, porque Sevilla tiene un color especial. Ese blanco y rojo del Sevilla, el mejor equipo de la ciudad, ese rojo y blanco de la portada del libro de Jesús Alvarado. Un paseo por quince meses de gloria, quince meses de sueños hechos realidades, quince meses de lágrimas, lágrimas de alegría, caras de incredulidad, de sorpresa, de alegría, de grandeza.
El genial prólogo de J. Félix Machuca es un aliciente más para leer y releer estas historias de nuestro Jesús Alvarado, mi hermano Talibán junto con el que tantas y tantas batallas he tenido que librar con los que él bien denomina la alegre pandi: 'Forrest' Gump Aguilar y compañía. Ese grupo de cobardes, de mediocres plumillas que no periodistas.
Felicidades amigo Jesús por ese, como bien dijiste en la presentación del mismo, primer libro, que no último en el que nos regalas todas esas historias que hemos ido viviendo en primera persona en cada uno de tus artículos en ese blog www.jesusalvarado.com que sigue batiendo récords y que tantos y tantos fieles seguidores tiene como felizmente pudimos comprobar en la presentación en nuestro templo del Ramón Sánchez Pizjuán.
Gracias también por esa dedicatoria que me regalaste y que dice: "Para Josemi, por estar siempre en primera línea de fuego, con nuestra bandera en las manos". Y gracias también por no ceder en el empeño de defender lo nuestro contra viento y marea y contra esa banda de cobardes con careta que siempre esquivan el cara a cara por falta de cojones.
Ojalá, y estoy seguro de ello, Punto rojo libros con su director editorial Iván Parrilla, al que tuvimos en el Debate del Sevillismo en la Bombonera de SFC TV el pasado lunes recoja el fruto de un trabajo tan bien hecho, un sentimiento único y sincero.
Un abrazo fuerte amigo, tu hermano talibán.

José Miguel Muñoz

PD: Les recomiendo la lectura de El Cielo está aquí; con ello conseguirá llorar de alegría, volver unos años atrás cuando nuestra Copa de la UEFA lloraba por marcharse de Sevilla a Glasgow, cuando Sevilla inundó sus balcones con la bandera del Centenario y por supuesto todo ello, con ese pin en el pecho, ese pin que llevas siempre. Junto a tu corazón.