Sin afición no somos nadie

Querida afición:
Estas lineas van para ti. Para ti que nunca me das la espalda, para ti que siempre estás ahí, dejándote la garganta, llorando de tristeza por las derrotas y de alegría con las victorias.
Va por ti por esa fidelidad sin precio, por esa herencia llamada "Sevillismo" que recibiste de tu padre como él antes la recogió de tu abuelo y como tú mañana se la dejarás a tus hijos.
Va por ti por darme tanto sin pedir nada a cambio. Por ti, por esos viajes en los que me has acompañado, por esos partidos en el sofá de tu casa, por esas inolvidables tardes en nuestra bombonera del Ramón Sánchez Pizjuán.
Va por ti afición, por aquel descenso de Oviedo, por aquel duro verano del 95 en el que te echaste a la calle para gritar a los cuatro vientos Sevilla Fútbol Club.
Va por ti afición. Por aquella noche mágica de Feria y ese gol de nuestro querido y recordado Antonio Puerta que ha quedado grabado en nuestras retinas y tatuado de por vida en nuestro pecho.
Va por ti afición, por todas esas cosas que hemos vivido y por todas esas otras que nos quedan por vivir. Va por ti por los títulos logrados: Las UEFA Cup de Eindhoven y Glasgow, la Supercopa de Mónaco, la de España de Madrid y como no, por esas dos Copa del Rey logradas en Madrid y Barcelona. Va por ti por los títulos y los goles que aún nos quedan por celebrar porque no olvides que en esta Entidad lo mejor siempre está por llegar.
Va por ti amigo sevillista. A ti que confiaste ciegamente en este Presidente ganador, en este Consejo entregado; va por ti que nunca me has dado la espalda, a ti que siempre me has dado alas, a ti y siempre a ti amigo sevillista porque no olvides que como bien señala nuestro máximo mandatario: "Sin ti afición, no somos nadie".
Tu amigo


Sevilla Fútbol Club

Para quitarse el sombrero

Mucho se ha escrito, se ha narrado, se ha contado de este Sevilla Fútbol Club, se ha dicho tanto que casi nos quedamos sin calificativos para poder describir las sensaciones que corre por nuestras venas, las de los sevillistas, las de esta afición tan grande, tan especial...
Sin calificativos para hablar de este ‘loco’ soñador que con apenas diez años agarró el brazo de su padre para decirle: “Papá no llores que algún día yo seré Presidente del Sevilla y haré a este equipo campeón”. Aquel renacuajo que apenas levantaba un palmo, de nombre José María, y de apellido Del Nido Benavente es hoy un hombre feliz, orgulloso, grande, ¡muy grande!
Lo que su padre entendió como una ingenuidad de su hijo es hoy una realidad; la base de un proyecto sólido que se inició hace siete años y que ha dejado un bagaje inigualable: seis títulos ¿se puede pedir más? Evidentemente los éxitos no vienen solos. Atrás quedan muchas horas de trabajo, muchos sueños realizados gracias a la confianza de una plantilla, un cuerpo técnico, un Consejo de Administración y una afición en cuyo ADN se pede leer claramente la palabra: ¡CAMPEÓN!
La quinta Copa del Rey cosechada por el Sevilla FC no es más que un nuevo paso adelante de este equipo forjado desde la base por unos empresarios emprendedores, unos gestores admirables, unos sevillistas desde la cuna; los creadores de esta fábrica de sueños que hacen a día de hoy un Sevilla grande, grande de España y grande de Europa.
Como grandes son aquellos que ayer lo vivieron desde su palco del tercer anillo, con nuestro Antonio Puerta alzando al Cielo esa Copa que le debíamos, esa Copa que ayer alzó en representación de todos aquellos sevillistas a los que mantenemos vivos con su recuerdo.
¡Viva el Sevilla FC!

PD: La fotografía que encabeza este artículo es de mi compañero Jesús Spínola de un reportaje que le hice a Palop antes de la final de Copa para la revista Don Balón.

Nosotros soñamos más fuerte

Decía el escritor Antonio Machado “Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar; y lo mejor de todo, despertar”. Y todo eso es lo que hicimos ayer en Almería. Vivimos con la mente puesta en lograr nuestro objetivo, soñamos que podíamos alcanzarlo aunque todo jugaba en nuestra contra: victoria del Mallorca, el empate nuestro, unos segundos para la finalización, el Almería como si le fuera la vida en este partido…
Y fue entonces cuando soñamos, pero no como lo hacen los del Atlético de Madrid y el resto del mundo, no, soñamos como soñamos los sevillistas, más fuerte y así llegó como decía Machado lo mejor, el despertar. El despertar de un Sevilla grande, de un Sevilla vivo, muy vivo, el despertar de un Sevilla de Champions League, rompiendo en el último suspiro los sueños del Mallorca. ¡Claro, ellos no sueñan tan fuerte como nosotros!
Y el sueño se logró gracias al oportunismo, el talento, las ganas y las fuerzas de un jugador ‘made in carretera de Utrera’, de un futbolista con el sello de la casa, con lo que la clasificación reflejaba algo fundamental en este Sevilla FC, la magia de nuestra cantera.
Sufrimos pero vencimos y ya saben que dicen que las cosas que uno disfruta más son aquellas que más le cuesta conseguir. Somos de Champions, un mandato más de nuestro Presidente Del Nido en lo más alto, entre los más grandes de Europa, con una Liga de Campeones que sin el Sevilla no sería lo mismo. Que se prepare el Atleti porque nosotros… soñamos más fuerte.
¡FELICIDADES SEVILLISTAS!

¡Va por ti afición!

Va por ti afición. Esta victoria va por ti, por esas noches de lluvia y por esas tardes frías en las que siempre has sabido darme cobijo. Va por ti por esas tardes de sol en las que tu calor me dio alas y me aupó hacia la victoria. Va por ti afición por esas lágrimas de alegría, por aquellas de tristeza como cuando se nos fue nuestro Antonio Puerta, por Berruezo, por aquel descenso de Oviedo…
Esta victoria va por ti afición, por aquel verano duro del 95 en el que demostraste a la España futbolística que tú amigo sevillista, eres lo único imprescindible junto a nuestro Escudo y nuestra Bandera. Esa afición avalada como el número 12 y que ayer ante el Atlético de Madrid tuvo su justo reconocimiento por parte de nuestra niña bonita, nuestro Sevilla Fútbol Club del alma, el equipo de nuestros amores.
Va por ti afición por esas tardes gloriosas de Eindhoven y Glasgow, por la de Mónaco, y las de Madrid, con esos cinco títulos que nos convirtieron en ejemplo para todos. Esta victoria va por ti, por esas caminatas hacia nuestro templo, hacia esta bombonera, hacia el Ramón Sánchez Pizjuán.
Esta victoria va por ti afición. Por nuestros padres, nuestros abuelos, los bisabuelos, aquellos que nos enseñaron el camino para ser sevillista mamándolo desde el vientre materno y sabiendo dejarlo como legado a nuestros hijos; los que hoy disfrutan de este presente triunfal y los que mañana seguirán luchando por un Sevilla grande.
¡Gracias afición!


PD: Y para ilustrar esta afición tan grande os dejo esta imagen de un joven aficionado sevillista vecino de Salteras, instantes antes de entrar en el estadio del PSV aquella mágica noche de Eindhoven. La foto la hizo un servidor, así que si alguien va a hacer uso de ella que al menos cite la fuente. Gracias amigos.