El 'pepino' de Rafa Nadal

El pepino está de moda, le guste o no a los alemanes tocarnos el pepino de forma quisquillosa o no, porque si hay algo de lo que se habla en estos días es del pepino español. Y para pepino nacional, el de nuestro Rafa Nadal. Porque lo de este chico no es normal.
A sus apenas 25 años sigue escribiendo las páginas más exitosas y brillantes del deporte español, capaz él solito de igualar el Mundial de la selección española, los títulos del 'subidito' Fernando Alonso, o los triunfos del gran Pau Gasol con los Angeles Lakers. Porque Rafa Nadal es grande, muy grande, y lo es en todos los terrenos y parcelas de la vida. Tremendamente sencillo, siempre atento a los más pequeños con gestos más fruto de su sencillez que de una preparada campaña de marketing. Nadal ha sido capaz de ganarse el corazoncito de cada uno de nosotros.
Él sólo ha sido capaz de luchar y poner en lo más alto el pepino español, con el pepinazo que logró el pasado fin de semana con un público francés en contra, conscientes de que un español (país vecino que al parecer no amigo) se iba a proclamar una vez más con un nuevo Roland Garros que lucir e sus vitrinas que sin duda necesitan de una urgente ampliación. Su triunfo ante otro grande, Roger Federer, uno de los mejores deportistas de los últimos siglos no hace más que dar aún más valor al éxito del mallorquín en la tierra batida de París.
Le daban por acabado, que tanta victoria le había hecho perder la ambición, el hambre y la sed de triunfo... y Rafa calladíto, como si no fuera con él, porque Nadal es tan grande que no necesita hablar para llevar la razón. En París (Francia) en una de las pistas y los torneos de mayor prestigio del tenis mundial, ante millones y millones de personas por todo el mundo pendientes de dos hombre y un destino. El de Rafa Nadal un triunfador en ciernes, un hombre hecho a sí mismo, con un entrenador siempre en un segundo plano, sin afán de protagonismo, con unos padres unidos a su hijo, sabiendo anteponer la felicidad de su vástago a la suya propia. Con una novia hecha a imagen y semejanza de este tenista de otro mundo, con una sonrisa tímida, argumento más que suficiente para decirle a su chico ¡vamos, lo conseguirás! Y Rafa lo consiguió y lo seguirá consiguiendo.
Sumando, de uno en uno, de dos en dos, sin prisas pero sin pausa, para ser la envidia de todo el mundo. "El éxito y tanto triunfo le han restado ambición" decían algunos expertos. ¡Pues menos mal! diría Federer...
Rafa es mucho Rafa, Nadal es la imagen más internacional de España, el pepino más valorado en el mundo, con permiso de Nacho Vidal ¡claro! Porque el 'pepinazo' que dio el tenista español con un nuevo Rolang Garros en su palmarés seguirá dando mucho que hablar. Toma pepino para los alemanes, para los franceses y si quieren hasta para los ingleses. Que se llama Rafa Nadal y es ¡español, español, español! ¡Grande Rafa, Genio Nadal!