Petardazo del Sevilla FC. ¡Y van...!

Como bien sabéis apenas me prodigo en este blog hablando, o mejor dicho, criticando a nuestro Sevilla Fútbol Club. Mi vinculación con la Entidad de Nervión me 'obliga' a callarme la boca o en el peor de los casos a no decir públicamente todo lo que pienso. Leo blogs de amigos,  de sevillistas, escucho y callo, porque ya saben que como se suele decir: "Uno vale más por lo que calla que por lo que habla". En definitiva, soy como el disco duro de mi iMac recabando información, almacenando... y todo eso con la seguridad de que mi personalidad impedirá que entre algún virus, esos tan de moda últimamente.
Pero José Miguel Muñoz en políticamente incorrecto, es José Miguel Muñoz, aficionado, periodista libre como un pájaro; ya no soy el presentador del Debate del sevillismo. ¿Qué pretendo deciros con esto? Muy fácil, que aquí puedo opinar lo que me de la gana como diría mi amigo Nacho Mateos.
Que nadie quiera mirar más allá pensando que en la televisión oficial del Sevilla FC me obligaran a decir esto o aquello, ya que si algo admiro de José María del Nido es la libertad que me ha dado en todo lo que he hecho dentro del Club, antes con la televisión, la revista oficial y el periódico y ahora con la revista y el editorial de SFC.
Es cierto que a veces no he dicho todo lo que pensaba y mi amigo Nacho Mateos sabe bien de lo que hablo, pero por otra parte entenderán ustedes mi silencio. ¿Han escuchado a alguien de la cadena Ser rajar de Polanco o alguien de El Mundo criticar a Pedro J. Ramírez? En eso el Debate era tremendo, allí podía decir uno lo que quisiera, incluso recuerdo como en una ocasión el bueno de Alexis Correa dijo:  "Del Nido últimamente sólo está para firmar libros".
Pero bueno, cambio de tercio para centrarme en el tema que me trae con ustedes. El Sevilla FC ha dicho hoy adiós a sus escasas opciones de conseguir una plaza en la Champions League. Sí, coincido con mucho de vosotros en que aún hay opciones matemáticas para ello, ahí estamos de acuerdo, pero después del triste espectáculo vivido esta tarde en Getafe poco más se puede añadir.
El Sevilla FC ha sido hoy, como muchas tardes y muchas noches de esta temporada su peor enemigo. Un equipo desdibujado y lejano de aquel conjunto que enamoró no sólo a España sino a la Europa futbolística. El Sevilla ya no juega como antes, normal por otra parte, ya que mantener ese nivel era prácticamente imposible pero lo peor de eso es que no se le ve ambición, ganas, hambre de triunfo...
La marcha de Luis Fabiano (el mejor junto a Kanouté de este equipo) no hace más que confirmar que algo está cambiando.
Se buscan nuevos aires, se habla fin de ciclo y yo creo que hay que mirar más allá. Hay que mirarse un poquito el ombligo, ver qué hemos hecho mal, y ahí debemos meternos todos: Presidente, Consejo de Administración, Cuerpo Técnico, Dirección Deportiva, jugadores, afición... en definitiva, todos los que llevamos este equipo a lo más alto, y todos los que vemos como la caída con freno ha provocado que el Sevilla FC no sea ese equipo referente de hace muy poco tiempo.
A todos nos gustan las palmaditas, el halago... pero que poco nos gusta que nos critiquen. Estamos preparados para que nos digan lo bueno que somos y lo bien que lo hacemos todo pero ¿somos igual de receptivos cuando alguien nos tiene que decir que eso no es así? Pues no, no lo estamos.
Las carencias de este equipo no son nuevas, ya se mencionaron por muchos de los tertulianos o incluso por alguno de los aficionados (Nacho Muñiz, Joaquín...) que acudían fielmente al plató de televisión de El Debate del sevillismo para seguir en programa en directo. Y no en todos los casos hemos sido receptivos para escuchar esa crítica constructiva y mejorar, porque aunque uno haya crecido mucho y haya alcanzado la cima siempre hay tiempo para la mejoría en busca de esa perfección que no existe.
Pasó con el Debate donde se optó por el cambio brusco y así ocurre con otras cosas. Les pongo un ejemplo, el Debate tenía una audiencia de 150.000 telespectadores. Tras los cambios 'caprichosos' y la ausencia de algunos de los tertulianos con más tirón o seguidores (Nacho Mateos, Alexis, Juanma Escobar...) ha pasado a tener la 'friolera' de 21.000. ¿Alguien pide explicaciones de ello? Se lo digo yo: nadie.
En otras parcelas ocurre lo mismo. Algunos están demasiado pendiente de algunas cosas y dejan de estarlo de lo que realmente tienen que estar (Aviso: no me refiero al Presidente como alguno podría pensar). Es para que me entiendan como la mosca cojonera. Y así han ido sucediendo los acontecimientos.
La prensa tiene la culpa de muchas de las cosas, pero no de todas. Hay otras que fallan desde dentro, desde la raíz. El éxito nos ha nublado en algunos aspectos y debemos aprender de ello, de los errores cometidos, al igual que lo hicimos en otros aspectos para crecer a pasos agigantados.
La llegada y rápida adaptación con rendimiento sobresaliente de Gary Medel y Rakitic es un ejemplo de que algo no funcionaba en ese centro del campo sevillista. Que el banquillo haya tenido más inquilinos en los últimos años que en los anteriores con Del Nido en la presidencia es otro ejemplo claro de que algo falla. El banquillo adolece de ese papel estelar que antes tuvo el equipo con Juande Ramos, el mejor técnico de la historia del Sevilla FC.
Y ese banquillo está haciendo demasiado daño a este equipo. Sin olvidar otros temas que darían mucho más que hablar y que ahora no vienen a cuento como la polémica de Sergio Sánchez y la lección de Kanouté a su compañero sobre qué es un capitán, o la famosa historia del himno del Centenario del Betis en la Ciudad Deportiva nervionense, algo que muchos han pasado por alto y que llama la atención que no se haya cobrado ninguna víctima o al menos una explicación.
La derrota ante el Getafe, tan triste como la imagen de los nuestros en tierras madrileñas, alejan al Sevilla FC de la Liga de Campeones por mucho que los más optimistas del lugar sigan sacando humo de la calculadora. El Sevilla está con un altísimo porcentaje lejos de la máxima competición europea, y no lo está por los mangazos arbitrales o por el poder de la prensa madrileña, esa que tantas veces hemos criticado, el Sevilla está fuera por sus propios errores, los de cada uno que nos hicieron tocar la gloria y que escribieron las páginas más doradas de este Centenario Club.
En sus manos está retomar esta situación que sin ser buena tampoco es tan negra como muchos han querido vender. La clave la tiene José María del Nido, el mejor presidente de la historia del Club de Nervión. Cuando Del Nido vuelva, las cosas retornaran a su cauce, el de la cordura.

PD: Que nadie vea antisevillismo en estas líneas, todo lo contrario, ya que en numerosas ocasiones he demostrado mi sevillismo y una prueba de ello es la enemistad que me confesan periodistas de la ciudad por defender a muerte al Sevilla FC, así como la denuncia que interpuso contra mí el ex director del diario  Marca Eduardo Inda. Juicio que se llevó a cabo el pasado 11 de marzo en el Juzgado de Sevilla y del que estoy a la espera de conocer la sentencia.